Sunday, January 23, 2011

---Luchadores zumo!


Quiero estar allá, con mis viejos que de seguro comieron pizza casera, es que los sábados era ese el menú, al otro día el asadito dominguero. Las pastas se dejaban para entre-semana porque los domingos mama descansa de la cocina.
En esta semana pasaron cosas lindas y otras cosas que me dejaron bien triste.
Es que por mas alma guerrillera que tenga, a mi chaleco antibalas le entraron balas con cartucho y todo, y eso es porque siento que fue como si me encañonaran con artillería pesada, es mas siento que fue con una bazuca y los granaderos a caballo.
Y yo que pensé que a los 30 las emociones se controlan y manejan ...eso es una mentira mas grande que una casa.
Pasa que ya vengo vulnerable de hace rato, por lo que hasta un soplido de velitas de cumpleaños me va a dejar desmallada e inconsciente.
Ojo! Las dudas también afectan ante cualquier sueno, ilusión o proyecto, si estuviera representado en un gráfico de lineas, iría mas en picos descendientes que ascendientes....pero bue...iría, por lo menos.

Ese es el motivo por lo que quiero hoy que papa me haga cosquillas hasta que me quite el oxigeno de la risa, que charlemos un rato, que ponga sus brazos afirmados sobre la mesa y comience sus discursos y sus historias de lo que se le de la gana, con esas estadísticas que solo el sabe de donde las saca porque según El hay estadísticas de todo...y hasta el muy super dotado se acuerda los números.... inclusive bolacero solo quiero escucharlo, su positivismo es lo que quiero esta noche.
Que me recuerde cosas que pasamos en donde lo que siempre importo era el mantenernos juntos, aliados.     
Que mama ria desde la cocina mientras termina sus quehaceres y lo haga callar a papa cada 3 minutos por sus chistes verdes y sus zarpadeces....que ya no me sonrojan.
que la jarra anaranjada de plástico este sobre la mesa, y el Relincho medio vacío, o el Pico de Oro lo acompañen hasta que tenga que levantarse a partir mas tablitas para la fogata.
El siempre tan ocurrente! Si esa salamandra la hizo con la forma artesanal que aprendió en sus clases de carpintería metálica a sus 50 y tantos anios....

Recuerdo ese anio que nos mudamos de La Consulta a Puerto Madryn. Lucho contra muchas mareas porque hubo amigos, y familiares que se oponían a su decisión de que vendiera todo y nos fuéramos a probar suerte a la Patagonia. Vendió la casa, la camioneta, la moto y nos fuimos...
El viaje en Andesmar fue divino! No recuerdo todo lo que vi pero si me acuerdo de algunas zonas con la vista panorámica de Neuquen, Río Negro, Villa Gesell, y Viedma, yo iba con mis faroles bien abiertos mirando por la ventanita, mis hermanitos dormían porque viajamos de noche, no tengo idea de cuanto tardamos pero si recuerdo que al hacer una curva enorme vi un manto de luces sobre la tierra detrás de un cerro gigante....Ahí vi por primera ves Puerto Madryn.

Unos amigos de papa fueron a buscarnos a la terminal, eran jóvenes y habilidosos, trabajaban en el puerto e iban a ayudar a papa para ubicarse y abrir una rotiseria, Papa nos había ido a buscar a Mendoza después de haber estado algunos meses tratando de preparar todo para cuando llegáramos, pero por miedo a que mama extrañara demasiado quiso darnos grandes lujos aunque no hubiera todavía alguna entrada de dinero serio.
Alquilo una casa enorme, con varias habitaciones, parque en el fondo y quincho, estaba en un barrio bastante paquete. El salón comercial estaba junto a la misma casa, se encontraba dividido y tenia su propia cocina y bano, Los madrynenses apoyaban mucho a los locales de la gente oriunda de la ciudad por lo que pusieron cantidad de obstáculos que se nos hicieron económicamente difícil de pasar, en 1990 un alquiler de 600 pesos era muchísimo dinero así que el día antes de inaugurar, papa tuvo que agachar cabeza y decirnos: -no hay dinero suficiente para la mercancía y los proveedores no nos van a fiar. Por lo que tendremos que buscar otra salida. La rotiseria no se abre, punto.

Seis meses después de haber tratado duramente de satisfacer las demandas ilógicas de la inspección sanitaria que pedían lineas rojas pintadas en la pared, entre otras locuras, nos quedamos sin dinero, nos tuvimos que ir a una vivienda mucho mas humilde y de espacio reducido, la única ventana de la casa no tenia vidrio sino cartón, al ver mi papa los planes frustrados y la condición en que nos encontrábamos comenzó a sumergirse en una depresión profunda.
Unos días antes de dejar la gran casona me escucho llorar porque en nuestra casa se respiraba tristeza, justo estaba yo mirando el cuadro de la Sagrada familia, Papa entro a la habitación y nos sentamos en la cama a llorar juntos abrazaditos los dos debajo de la enorme imagen, con solo 10 anios me toco crecer de golpe y absorber cosas que no entendía bien, pero estaba receptiva a todo lo que abrumaba a mis padres.
Papa salio a buscar trabajo cada día en las empresas pesqueras pero fue justo cuando entraba el país en crisis por lo que muchas de ellas cerraron y la desocupación iba acrecentando, yo me quedaba en casa con mis hermanitos y las instrucciones de la limpieza y del almuerzo, mientras mama vendía pastelitos casa por casa.
Esos pastelitos de dulce de membrillo hicieron historia en nuestras vidas porque al aprender la receta me sacaron a mi también de apuros.
La destreza culinaria de mama, mas los adquiridos por papa como chef en el casino del regimiento cuando hizo el servicio militar, lograron que los 15 días seguidos que comimos pescados que trajeron sus amigos  fueran un manjar tan sabroso que saboreábamos contentos.
Conocieron un matrimonio con el que pusieron una verdulería que fue un fraude por el robo a dos manos que generaba su socio, ahí aprendí que sociedad es suciedad como dice mi papa.
Después de un tiempo y de varios sucesos indeseables decidimos volver con una mano a tras y otra adelante. Los muebles llegaron 3 días detrás nuestro con la mala suerte de que el camión tuvo un accidente por el temporal, por lo que todo quedo arruinado.
Ahí papa recibió mas paladas de amargura encima.

Empezaron de nuevo con el taller de electricidad, en La Consulta pero en casa de mi abuelos maternos, yo feliz porque en ves de visitarlos los fines de semana los tenia todos los días.
Para el Huguito lucero esto seguía siendo un calvario. Hasta que nos fuimos a Tupungato, ahí de poco a poco, lograron comenzar de cero, en una casita sencilla en la calle Kennedy, mas conocido como el Callejón Blanco, con el taller de bobinado de motores en la calle Belgrano, y la venta de empanadas de fines de semana el suenio de una rotiseria se les hizo realidad.
Eso si, teníamos que afrontar el alquiler de la casa, las maquinarias y era tanto lo que se vendía que trabajábamos desde mis padres, Antonia la ayudante, mis hermanos que eran bien chicos ayudaban a pelar cebollas, yo, y gracias que mis perros Oliver y Heraclita, no tenian raciocinio sino hubieran laburado también!
Esa casa tenia un patio tan grande que me divertía mucho en el tiempo de la fiesta de estudiantes porque ahí preparábamos el carro que presentaríamos el 21 de septiembre.
Yo tenia ya 15 anios y aun así se me iba a ver corriendo entre los arboles de atrás evitando los cinturonazos de papa o los chancletazos de mama por alguna mala contestación y alguna actitud frontal que le pude haber hecho...jejeje
Papa nos pidió un sacrificio aun mayor, cuando nos dijo que quería comprar un terreno pero el pago del terreno implicaría que nos mudáramos a el para vivir en una casilla rodante que consiguió prestada, El mostró mucha consideración porque sabia que seria muy vergonzoso para nosotros ya que quedaba solo a la vuelta de esa casa y a una cuadra de la escuela secundaria a la que asistía, y justo enfrente del kiosco del barrio. Pero después de ver todo lo que ellos hicieron apostando por darnos un mejor futuro, ninguno se quejo de nada, y así hicimos.

Se me congoja todo y se me acalambra la aorta cuando recuerdo que nos cambiamos a ese lugar donde vivíamos los 5 en una casillita pequeña pero para mama y papa fue mucho peor de lo que yo puedo imaginar. Habían construido 3 paredes pegadas a la pared del patio de la casa del senior Lizarde, un vecino bondadoso que nos presto luz hasta que nos conectaron la nuestra, pero bien malo con mi Heraclita, mi perra mestiza que le quería enamorar su mascota, se molestaba de los ninos del vecindario y su esposa y hasta la vida, le daba enojo al pobre hombre. Igual se le aprecio mucho y a su familia, las mateadas suavizaban los disgustos.
Gracias a su pared del fondo papa pudo completar un cuarto con las otras 3 paredes, y ahí en ese cuartito la terminación de puerta y ventanas eran unos plásticos apenas mas gruesas que las bolsas del mercado, ahí dormían papa y mama bajo el techo de zinc.

Solo Dios sabe cuan abrazaditos tuvieron que perecer en ese frío de heladas intensas. Pero jamas, JAMAS se quejaron, jamas reprocharon a Dios y ahí en ese tiempo fue donde yo comencé a dudar si Dios realmente existía.
La gente creyendo ser disimulada, no se daba cuenta de esas miradas de compasión, por no decir lastima, que regalaban, pero a esa altura después de todo...después de TANTO....ni me importaba...
Ahí la seguimos peleando, gracias a las plantaciones de Tupungato, mis viejos y mis hermanos pudieron edificar esa casa que para nosotros tiene el valor de un palacio. Rodeados de los vecinos mas lindos, y con un bulevar en la calle haciendo el decorado....

"Yo te amo viejo".
"Te amo con tus triunfos y fracasos.
La hemos pasado si, pero el que no apuesta no gana y te la jugaste con tanta convicción que yo pienso que quizá no ganaste el valor de tus acciones en dinero pero a mi me dejaste la mejor lección de vida.
Un enriquecimiento que nadie puede robar, ni polilla puede amufar.
Y a la vieja que es de fierro.
Yo te banco, y a mucha honra".

Yo se que me dirías lo que siempre repetías....Dios proveerá!
Y aunque se que es verdad, las ansias queman!

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