Thursday, January 13, 2011

---A caballo prestado....


Hace una par de semanas compre terreno en el supermercado resbalándome con mis ojotas en el piso mojado, luego de haber limpiado la pista de hielo de panza cuando fuimos a patinar con los chicos.
Y yo siempre me río, es mi debilidad, en mis caídas y las de otros, es la peor de todas aunque trate de contenerme.
La mejor caída que tuve fue una en la finca del papa de Nina se nos ocurrió pedir prestados unos caballos para cabalgar un rato. Las calles de piedras de Gualtayary son tranquilisimas. Los arboles formando una hilera en cada lado del camino, nos permiten desfilar entre ellos. Las casitas todas con un toque personal porque ninguna es uniforme, ahí no habían barrios cuando yo estuve. O quizá si y nunca me entere. Los vecinos de la zona se conocen todos porque así es mi pueblo. Las familias terminan de algún modo u otro ofreciéndose la amistad mutua. Y ahí es donde comienza la confianza a tomar carrera.....
-me presta una tacita de azúcar?-
-Sera que puedo usarle el teléfono?-
-Sera que le queda pan rallado que me falto para las milanesas.-
-Nos presta los caballos por una hora???-
Y bueno usando la ultima suplica fue que nos atrevimos a tomar los caballos de uno de los vecinos. Un caballo chocolate de cabellos largos, y una yegua blanca, bianca, y encima prenada. Solo el caballo tenia su respectiva montura, mientras que la yegua la tuvimos que montar así nomas!
Algunas personas encuentran fácil montar mientras que otras lo encuentran difícil. El equilibrio y la coordinación son cualidades vitales. Pero la crueldad nuestra de montarla juntas con Nina, siendo que esta no sabia llevar de a dos personas le dio un trabajo forzoso al pobre animal, que por mas tranquilo y sensato que halla sido, se sacrifico haciendo su mayor esfuerzo....
Marcos estaba con nosotras, el quería galopar a lo loco, y así iba y venia mientras nosotras nos encargábamos de hacer mover lentamente a la pobre yegua. Nina estaba sentada detrás mio, y a las dos nos dolía demasiado andar sin la montura, fue un rato de risa imparable. Hasta que Marcos arrimo el caballo a nosotros, anduvimos juntos unos metros lentamente y empezó de nuevo a pegarle con los talones al caballo hasta que este obedeció ordenes, nuestra yegua se tentó a salir corriendo también, haciendo un tipo de sacudon que le ayudo a desprenderse de mi, que iba cayéndome de costado. Una ves en el suelo solo recuerdo haber formado una estrella con mi cuerpo al haber quedado tendía con las piernas y los brazos abiertos, 2 segundos después, Nina encima mio con su cuerpo cruzado a mi, salvándonos de la pisada de la yegua que dio justo entre medio de mis piernas. Marcos al escuchar el griterío se estaba regresando a la orillita del arrollo para vernos tendidazas en el piso, los vecinos de las 3 casitas que estaban cerca salieron, Nina preocupada me miraba sin moverme hasta que todo quedo fundido en el silencio de la naturaleza....Ahí levante mi cara para mostrar el hermoso facial de tierra que me había dado la gran idea de usar esos caballos, los chicos no sabían que hacer, al verles la cara largue una carcajada tentadora que hizo sonreír a los vecinos y volver cada uno a su casa.
Me levante despacito y lo único que quedaba de todo el panorama eran un rasguño en mi pera y el temor de volver a montar un caballo, creo que ni un pony fui capas de tocar después de semejante experiencia.
Lo increíble de todo esto fue que ningún huesito me quedo quebrado pero tuve que ir la hospital un mes después para buscar medicina para curar el rasguño que había tomado la forma de un mapa descendiendo hacia mi cuello, me lo había infestado al no dejármelo tranquilo.
Y así es como un día de esos de los que salís a divertirte y quedas con la mejor anécdota que te lleva  a reír sola, o simplemente a poner algún dicho en acción....bueno casi como el verdadero dicho, con la diferencia de que en ves de decir....a caballo regalado no se le mira los dientes....el mio seria mas como.....a caballo prestado se le mira la montura??????
Mejor vuelvo después...ya estoy mandándome cualquiera!

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