Monday, May 30, 2011

---En Super - vivencia


Desde chica en la escuela practicamos en distintos simulacros de terremotos.
Abajo del banco, de las vigas de la puerta, si estábamos en casa debajo de la mesa. Tocaban el timbre y todos teníamos que reaccionar tranquilamente y después desplazarnos hasta el lugar seguro que los maestros indicaban. Se tomaba una lista de asistencia cuando ya había terminado el falso terremoto. Esto también era parte del simulacro.

En Miami me encontré con la húmeda sorpresa de que no habían terremotos, sino los huracanes, en la iglesia siempre nos ayudaban a prepararnos. Allí hay un sistema de evacuación de emergencia, se nos prepara con el kit de las setenta y dos horas, que es un kit de supervivencia y ademas siempre se nos motiva a los miembros a tener cada uno un almacenamiento de seis meses, no solo por los huracanes sino también para que estemos preparados ante alguna situación donde no tengamos mucha provisión de alimentos. Esa era una forma entre muchísimas otras que tuve que empezar a entender.
Me gusto siempre el orden en que se lleva a cabo todo este tipo de orientación por parte de mis lideres religiosos, para guiar a las familias a subsistir ante cualquier adversidad. Es una iglesia de un orden y organización impecable y perfecto.

Al llegar a la Florida yo era la única mormona entre las personas con las que compartía mi vivienda. Entonces sentía que era mi responsabilidad de informar a mis amigos de los que necesitábamos hacer....como nunca habían pasado un huracán bien fuerte, no me daban ni la hora cuando empezaba a sermonear para que se prepararan.
Una manana recibí la llamada de una hermana de la iglesia para avisarme que tenia que evacuar, porque un huracán venia hacia nosotros, ella me pasaría a buscar a mi y a Nico para llevarnos a una escuela que seria el refugio; empaque toda la ropa que pude, y me fui al almacenamiento en el que había empezado a trabajar, puse todas las latitas de comida que podía, las de choclo eran las mas abundantes, me puse histérica al ver que mientras trataba de convencer a mis amigos de que evacuaran ellos seguían en la suya, uno tirado en el sillón mirando tele, con una cara de modorra que ni el viento huracanado hubiera sacudido, el otro dormía porque trabajaba de noche, y Jesica mi amiga me ayudaba a preparar las cosas, eme allí toda expresivamente eufórica contando las posibles consecuencias devastadoras de los huracanes asesinos, termino casi sin aire de contarle las historias escuchadas en los entrenamientos, cuando ella levantando las cejas y una lata de durazno me pregunta: -esta también te la llevas!!!!????- jejejeje
No lo podía creer, tenia una beba de un anito y no se le movía un pelo por salir corriendo.
Termine de llenar de latas la mitad de la bolsa negra usada normalmente para la basura, y varios bolsos con ropa de Nico y mía.
Ni la podía mover de lo pesada que estaba, pero clarooooo!!!!! nunca escuche cuando dijeron que esa reserva era para cuando volvía del refugio y que eran para después del desastre natural, para no tener que andar corriendo al súper que de seguro te cobraría el doble y posiblemente no estaría bien abastecido y por los cortes de la luz quizá hasta la mercadería estaría descompuesta.
Angustiada y urgida miraba por la ventanita de la cocina esperando a la señora que nunca vino. Ahí me quede, hasta que a la noche la noticia era que el huracán bajo de categoría y se desvió hacia otro rumbo....

El julepe se volvió vergüenza cuando me entere que había hecho todo mal! Mas tarde aprendí.
Al siguiente aviso ya sabia como reaccionar. Me lo tome con mas calma, y llame un par de amigos, cuando llegamos al lugar de refugio me encontré como con 10 o 12 amigos mas. Estábamos de fiesta, nos habíamos llevado un colchones inflables, la guitarra, las cartas, galletitas, ellos llevaron mates y revistas;, los gallegos que estaban sentados cerca se morían de la risa al vernos mas preparados que de campamento.

En el huracán Katrina no tuve posibilidad de salir a tiempo ya que vino demasiado rápido. Katrina fue el huracán que azoto duramente New Orleans  en Agosto del 2005, cobro muchísimas vidas, hogares quedaron en la nada, y tomo anios para restablecer ese Estado nuevamente. A Nico, a Yesenia y a mi no nos hizo mas que cortarnos la luz por tres días.
Cuando comenzó el ventarrón como a las 6:00pm, yo estaba muy preocupada, la alerta fue tan de repente que no me dio tiempo de llevarme a mi hijo y refugiarnos. Nico empezó a llorar del miedo y ahí decidí mostrarme fuerte para que se tranquilizara. Mientras Yesenia trataba de dormirse, yo lo senté y le pedí que leyera las escrituras mientras yo cocinaba un gran asado a la plancha. Las rejas del pequeño apartamento nos servían de amparo de las cosas que golpeaban la ventana. el viento y la lluvia eran muy fuertes pero no tanto como lo que otros residentes tuvieron que pasar. Mi apartamento estaba en la parte inferior entre dos edificios medianamente altos, y rodeados de otros condominios mas. Eso hizo que tuviéramos la enorme bendición de perder la electricidad como a las doce de la noche y como los danos de los cables eléctricos fueron menores por el mismo motivo, la tuvimos nuevamente 3 días después, es que el departamento como toda la instalación eléctrica nuestra estaba resguardada por estos edificios que nos rodeaban. Cuando salimos al otro día a buscar agua, la calamidad era indescriptible, las ramas de los arboles bloqueaban las calles, techos volaron, casas se habían incendiado, los postes de luz estaban inclinados y al llegar a la estación de servicio habían extensas filas de autos esperando recibir gotitas de gasolina. era tan escasa que se tuvo que distribuir proporcionalmente así alcanzaba para mas personas pero no era mucho lo que podían comprar.
Dentro mio estaba mas que agradecida de la guardia que había hecho Dios por nosotros. Solo El podría haber actuado protegiéndonos. Yo estaba preparada así como me lo habían explicado, gracias a eso no tuve la necesidad de salir en busca de nada mas que agua. Muchos sectores de la ciudad llegaron a estar sin servicio eléctrico por tres meses, y eso...ESO si que fue triste y sacrificado. Muchas familias con sus hijitos tuvieron que sufrir calores pesadas, no podían darles bebidas frescas o conservar alimentos por esto.

Aun cuando se tiene conocimiento de como sobrevivir en una catástrofe, este es siempre escaso.
Igual poco o mucho te ayuda a darte manias ante situaciones parecidas.
La semana pasada, hubieron como trece o quince tornados aquí en Texas. Como conté por facebook, fui al supermercado a comprar leche, Marshall me llama por teléfono y me pide que me quede allí por un tornado que venia, los anunciaron en la tele y no alcanzo a terminar de hablar cuando las sirenas emitieron ese sonido aturdidor. La gente se enloqueció, comenzó a dejar sus carritos y salir despavorida. El miedo se había calcado en sus rostros, una madre joven y su esposo cubrieron con una frazadita la cabecita de su bebe de unos dos meses de edad, para salir pero la policía no los dejo, el granizo era del tamaño de una pelota de tenis, mientras la gente irónicamente quería huir yendo a la intemperie de los estacionamientos, yo me dirigía al lado opuesto, tratando de alejarme de las ventanas...
Los nervios me llevaron a querer ocupar mi cabeza en otra cosa, e ignorar los ruidos del granizo golpeando el alto techo del negocio que hacia que el eco volviera mas desalentadora la confianza de que no pasaría nada. Por lo que compre casi todo las mercadería de la quincena, en esos veinte minutos. Nicolas era el factor de mi temor mas grande. Estaba en los Boy Scouts, y no sabia que tanto miedo mi flaquito podía tener, y que tan bien protegidos podrían estar en donde El estaba. discaba el numero de su profesor y nadie contestaba, allí no habían banieras por lo que me imaginaba que podían estar haciendo, es que a las madres se nos pasan mil cosas por la cabeza cuando imaginamos lo que puede pasar. Hasta el tsunami y todos esos sobrevivientes en busca de los familiares desaparecidos se me vinieron a la mente. Peor!!!!!!! Me di la vuelta para ver a mi alrededor, estaba al fondo del mercado y no se veía ni el gato; cuando me metí entre las góndolas vi a dos empleados tratando de llamar por sus teléfonos celulares, un chico joven se acerco para decirles que uno de ellos iba a tener que comprar un parabrisas y trabajar en chape-ria y pintura de su auto. AY mama!!!!
ahí me acorde del mio!!!

Al salir, vi mi camioneta con dos grandes estrellas de trizadura en el parabrisas, con lo espantosa que había estado la cosa, ni me importo, trate de manejar a casa lo mas rápido que pude, evitando que la policía me dejara, las ambulancias y los grupos de rescate estaban de aquí para allá, y yo rogaba por Nico.
Cuando llegue a casa encontré a Ian con su linda sonrisa por verme, Nico llego sano y salvo.
Que alivio se siente cuando todo cesa, antes de dormir mas que agradecidos nos hincamos a orar por todo lo bueno que vivimos, y por lo malo, por lo que aprendimos.
Yo sobre todo me sentía afortunada, aunque llegue como con veinte bolsas de mercadería cuando solo fui por leche....
Pero no era por compradora compulsiva.
Fue todo por culpa del tornado!!!!! ;)

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