Monday, April 4, 2011

---Mis dias coloridos.


Hay días y días. Bueno si! ya se, no hay novedad ni ciencia en esa frase. Igual voy a pintar mi tiempo.
Los días negros los denomino noche. porque aunque aquí se diga lo contrario, para mi es un color.
Los otros como cuando estas así, desganada, que no hay nada que te produzca ese malestar pero igual lo tenes encima son los días grises donde todo sale al "veres". Te hace sentir los hombros pesados y bajitos, como la tarde cuando perdí mi billetera y una señora me vio tan preocupada que se ofreció a ayudarme...No me diga señora, en serio perdió su billetera?!, traía mucho dinero? o tarjetas de crédito?- y yo del apuro casi gritándole de los nervios conteste- Nooo! pero traía la tarjeta del laundry!- La señora me miro desconcertada y arrugando el entre-cejo, como juntando toda la cara en el medio y se fue. Claro al ratito me di cuenta lo papelonera que fui, también me di la vuelta queriendo salir corriendo. Tan linda la señora! ella preocupada por mi haberes y yo preocupada por los $6 pesos que me amargaron el día en vano. Mira que venir a arruinar tan hermoso día nublado y fresquito por algo tan insignificante! Es que es así. Esos días desteñidos atrapan cualquier canción bonita, para hacerla deprimente. Y cualquier canción deprimente para hacerla aun mas! te sentís fea, sin suerte, extrañas desde lo mas grande a lo mas diminuto, personas, olores, lugares, anos vividos desaprovechados, y cuanta cosa mas! es como si uno quisiera hacerse sentir miserable inconscientemente, y ni una ducha fría o una buena siesta me cambiara el estado de animo.

Otros días son amarillos que en ocasiones se mezclan con naranjas...esos son lo que con sol o sin sol, río y ando pilas! Me enciende una energía dentro mio que me impera a crear proyectos, soniar, regalar cosquillas, un hola, un gracias mas fuerte y bien erguida cuando hago las compras, me hace querer aprender el nombre de la cajera que me cobra, canto a todo dar mientras manejo, miro el cielo, mi alrededor, camino entusiasmada a cualquier lugar donde quiera ir, mi sonrisa me abarca la mitad de mi cara y mi ojos también irradian una mirada que emite felicidad; estos días sacan de la galera distintas soluciones a los problemas. Y hasta esos del calentamiento global, de la ecología, de mi vecina, de los tuyos, los del mundo entero. Veo positivo en ese amarillo tan fosforescente como mis ganas de andar regalando abrazos y besos a montones.

En los días rojos soy la reina, me siento con el derecho de darme un gustito y sin culpa. Un desayuno favorito, un vestido nuevo, una visita a la manicura o al peluquero que visite dos semanas antes. Estos días tengo el derecho de sentirme vista y apreciada hasta por el viejecito que ayuda a cruzar a los ninos la calle cuando vienen de la escuela. No me da vergüenza; no conozco la timidez en este tiempo. No necesito cambiar el rumbo en el supermercado para no pasar por enfrente del grupo de chicos de aspecto de charros y mariachis para que por accidente presione las gaseosas que cargo encima y haga volar el cinturón por el aire llamando la atención de todos y cada uno de ellos gracias al efecto elástico que grita por el aire y mientras vuela; sus dos tallas mas pequeñas! jeje

En los ámbar florece mi esperanza. Mi espiritualidad me lleva a comerme las escrituras, doctrina y convenios, la perla de gran precio. Las digiero pensando en perspectiva eterna. Busco y re-que-te busco videos de motivación, de mensajes de conferencia, de himnos a mi Padre, y Jesús mi hermoso héroe. Se tranquilizan mis dudas, mis miedos y me empujan, a no renunciar. A hechar pa'lante!
A no mirar a tras, a seguir intentando cien veces mas, a contar mis bendiciones, a entender a otros, a ponerme en sus lugares aun cuando no tomaría las mismas decisiones.
No me quedaría ni chico ni grande un cartel en la frente que diga youtuber espiritual!!!

En los azules, el sarcasmo y la burla sigilosamente logran en mi interior ese humor poco sociable que carcajea disimuladamente, hasta que explota y rie en conjunto.
En verdes observo pajaritos. Estoy en las nubes, distraída, todo pierdo, todo olvido. Mis manos de manteca resbalan los objetos. Mi bebe tiene un coeficiente intelectual mas elevado que su madre en estos días. Sabe que mama tomo por accidente otro libro en ves del de sus cuentos favoritos y lo trae hacia a mi con una ternura que me llega y me hace sentir la torpeza en estas horas inmaduras.
Y los blancos! ohhhh los BLANCOS! son mis días favoritos, se asimilan a los ámbar....muchos de ellos son domingos. Otros son mis tardes o mananas de visitas al Templo, son los días que me encantaría conservar por mas de 72 horas. Es cuando me humillo, me muestro simple y agradecida, cuando tengo los profundos deseos de amar aun aquellos parecidos extra-terrestres.
No existen los estragos que remuevan mi esperanza.
Estoy cruda, o re cocida, porque estoy tierna, sumisa, cariñosa. A diferencia a mis días amarillos, en estos días tengo la alegría y semejanza angelical. Mi aura se percibe. Brinda paz. Tomo todo con tanta calma que siento que no es mía, no viene de mi, pero como pequeña manta me cubre, y puedo compartirla. Brindo palabras de aliento y fuerza. Son días mayúsculos.

Por eso digo, hay días y días!
De lluvias, lloviznas, soleados, o chaparrones; ventosos, fríos, calientes, húmedos....
Días eternos o muy cortos.
Veinticuatro horas de sentirme invisible, o veinticuatro valorada.
Los colores suelen mezclarse, forman marrones cobrizos, tonos violáceos, con técnicas esfumo, aclaro, doy sombras, uso texturas...me siento una artista!.
Por eso con los míos formo mi arco iris, aun con los mas neutros! :)

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