---La Nueva Negrita

Se a inaugurado La Nueva Negrita.
Mi hermano Rodrigo termino de estudiar, y recibido chef quiso ser su propio jefe y abrió su negocio. Cada ves que llamo me comentan que le va de diez, mama le ayuda como en casos de emergencia mi papa y Leandro también. A mi no me sorprende, siempre cocino mejor que yo. A sus catorce anios cocinaba los mejores guisos de arroz del mundo. Yo deseo estar allá aunque sea por unas semanas para compartir este exitoso emprendimiento de mi hermano. Espero que a el no le toque esclavizarse.
Muchos de mis recuerdos adolescentes los tengo de cuando tenia mi mama su rotiseria. Ella siempre cuidaba bastante la ética allí, ya que siendo unos sabandijas, mis hermanos y yo la sacábamos de quicio. Una manana de mucho quehacer, mi mami iba y venia de la cocina al negocio. El local estaba en la misma casa donde residíamos en la Martín Fierro a pocos metros de la Escuela Sarmiento. todos los días se trabajaba bastante y mama solo tenia dos manos, eso nos lo recordaba siempre. Eran como las 12:00 del medio día, varios clientes esperaban su vianda...un grito desgarrador se escucho desde el bano!
-Ahhhhhh!!!!! Una rata!!!!!- claro yo había visto una sombra pasar entre mis pies descalzos cuando me disponia a tomarme una ducha....Solo quería socorro, pero mi mama de la vergüenza gritaba desde la otra punta del pasillo sin ni siquiera haber visto ni la rata, ni a mi....
-No es una rata, no es una rata! te ha parecido...-ahora con los anos me muero de risa de saber que sus palabras de consuelo era la acción aplicada como psicología reversiva... ahí estaban los clientes, tenia que desmentirse la cosa, era preferible que la nena quedara como la loca.
Ni tan loca porque a los días se enteraron que había un sapo que por la rejillita venia a visitarnos de ves en cuando.
No importa el papelón si igual mama me las hacia pagar por el lado mas débil...cada día un especial, y para nosotros bifes con ensalada. Que alma de política!
-Manana les voy a hacer algo rico para nosotros.- decía mi gorda. Hasta que papa la convencía de que si hacia algo rico para nosotros también lo pusiera a la venta, la cuestión es que siempre faltaba, y vuelta a los bifesitos con ensalada.
Una manana mama preparo esos ñoquis que solo una madre sabe preparar. Mucha salsa casera, y bastante queso de rallar. La presentación impecable, bastaba con enterrar el tenedor, levantar el ñoqui y ver como el hilo de queso derretido no quería despegarse del resto de la pasta......Era eso mismo lo que observaba cuando escuche a mama decir en vos mas que alta...
-Para!!!!!! para Jesiquita que esos están vendidos!- mi cara se la pueden imaginar, media desubicada con ganas de defender mi plato pero al tener a papa al otro costado no quedo otra que ceder....su arte de sacarse el cinturón al vuelo lo había pulido a través de los anos. (o años, como mejor te guste) jeje
-Como que estan vendidos pero si los hiciste para nosotros!!????
-Si pero es que ya vendí toda la mercadería, no puedo dejar a Don Zorzal sin su almuerzo- don Zorzal era un solteron morocho, alto, delgado y mayor, el cual venia a la hora que se le daba la gana; por su renguera supongo; pero por arreglos de semana que hizo con mama tenia el derecho por sobre los nuestros.
-GRRR!!! ya me tenes arta con tus bifecitos ma!-
-bueno coma mier..... pue entonces!- ese era mi papa que me consolaba mientras se estaba poniendo rojo.
-Ma si, me voy a la escuela sin comer, para que te quede en la consciencia.-
No se si les quedo de conciencia pero de anécdota quedo de seguro y hasta hoy no me quito de la cabeza que esos ñoquis eran los mas deliciosos, como aquello que sabe a los que la imaginación le da el gusto y que al ser irreal no hay nada que lo supere.....