De la realeza a la pelela.

Mi nena cumple años hoy.
No hay nada que detenga eso.
Tres es un numero gigante para su lógica. Una ráfaga para mi.
Yo esculpiendo su carácter me enfoco en ayudarle a descubrir sus dones, al mismo tiempo que trunco su fuerte idea de monopolizar mi corazón.
De carácter suave pero firme, en sus mejillas de nardo; mi tentación a mil besos; me manipula por su "Lete con tototate" que la quiere a su antojo.
Me pide abrazarla para descansar en mi pecho a la hora de dormir.
Me deja mirarla pero no resiste los piropos. Agacha la mirada con un firme: No!
Un NO que no entiendo pero me convence para tragarme los halagos, Ella a tomado este trono y lo ha llenado de purpurina, de muñecas y de rompecabezas. De dibujos abstractos explicados con euforia y con esa sonrisa de logro alcanzado por un simple crayon y un papel.
Así hace que mi vida simple se convierta en excitante. Ella y sus hermanos.

Siempre soñé con ella. Una vez en mi cabeza dibuje su rostro.
Difícil de creer salio tal cual mi obra imaginaria. Con ojitos rasgados, sus mejillas redondas, y una boquita definida. Rulos, cabello fino y dos huequitos con su sonrisa. Lo único que olvide pensar fueron sus cejas arqueadas; y ese toque divino completo la pieza de mi maravilla.
La había olvidado en mis pensamientos hasta que un día decidió invitarse sola.
Yo no estaba feliz con la idea.
No porque no la quisiera, sino que prefería que se quedara frágil y protegida donde estaba. Pero este regalito del cielo cayo en el día que Dios escogió en su calendario; 22 de Agosto. El día que mis células mutliplicadas se desgarraron de mi cuerpo para amarrarseme al alma.

Ella tiene sus ojos amarronados abiertos para captarlo todo.
Hay un mundo afuera que conocer, un mundo que recibirá su luz de inocencia y ternura.
Confía en su instinto y sale caminando sosteniendo a sus hijos de plástico lista para afrontar lo que le espere al cruzar la puerta de casa. No sabe donde vamos, pero ella sube al auto, acomoda sus rulitos hacia un costado y me repite: Aquí estoy. La miro y me apura con la mirada. Se descalza para ponerse cómoda y navegar por las calles sin soltarse de sus bebotes. A veces lleva dos, a veces lleva tres...a lo que su instinto de madre le dicte ese día y le permita amamantar. Me recuerda a mi, con ese deseo constante de maternidad. Ella con su propia idea los cuida, los pasea, se prepara.
Mi nena camina sola ya. En puntas de pies lo hizo por varios meses como si la vida fuera una danza y ella la bailarina. Luego de largarse firme, comenzó a caminar sola en confianza sobre ella misma.
Ya no quiere que camine con ella al baño, ni tomar de mi mano en ninguna caminata. Camina Sola.
Vuelve a mi cansada, somnolienta, con hambre o con quejas. Con besos o muecas, con cánticos o bosquejos....Vuelve y se acurruca, dice que me ama y me derrite. No me arrepiento de esta realidad. De tenerla y amarla, de cuidarla y contemplarla, de tanta ropa rosada, de hebillas y colines, o maquillaje arruinado.
Cuanto mas descubriremos juntas? Que sorpresas me traerá?
Todo es impredecible con ella.
Aquí espero...quinceañera o dulce 16?
Ingles o castellano?
tacitas de te o capa de superman?
Porque esto de convivir con varones hace mas divertido sus juegos que los de ella.
Hace de ella un super-heroe en la siesta de sus niños.
En eso creo nos parecemos...