Friday, April 26, 2013

Una limpieza profunda! :))


Desde chica mi imaginación volaba. Inventaba situaciones, diálogos, de todo tipo. La mayoría de las veces me imaginaba arriba de un escenario. De adolescente al escuchar música me hacia mis propios videos clips en mi cabeza, hasta que mama o papa venían quejándose que me la pasaba encerrada. Y cuando salia me llamaban al rato y me decían que esta todo el día callejeando...la cosa es que ellos querían verme ocupada en algo.
Me acuerdo un día en especial que no había mucho por hacer....haber...no, miento; siempre había mucho por hacer porque mi mama es hiperactiva y nunca esta quieta. En serio es algo que no puede sentarse a ver una película tranquila, pero esta bien ella es aceptada de esa forma, y cuando no esta haciendo algo se deprime la gordita. Pero en ese día me pidió que banara a mi hermano mas chico.
Leandro era el bebe de la casa para mis padres y el tormento para nosotros, sus hermanos, desde chico le encantaba abusar de las ventajas que le daban mis padres por ser el mas chiquito. Total siempre pagamos el pato nosotros. Ese día estaba tan enojada porque me tocaba banarlo que me irrito muchísimo ver como se reía burlesca-mente cuando mi mama no lo miraba. En el mismo bano que les conté antes, donde encontramos la rata que no era rata, sino que era un sapo...bueno en ese mismo me toco banar al morocho.
eran como las doce del mediodía, la luz del sol entraba por la ventana del banio, y el foquito de 45 watts no ayudaba mucho para ver claramente el cuerpo de mi hermano.
En casa muchas veces me queje que en la escuela me decían negra, mi mama para consolarme me decía:-No Jesiquita, vos no sos negra, vos sos color mate- Y yo salia contenta creyendole a mama sin saber que color mate es un tono sin brillo, no un color. Me pregunto que le habrá contestado mama a Leo cuando venia con las mismas quejas. Estaba apunto de bañarlo y entre el enfado de hacer algo que no quería, mas las risitas burlescas del negro....empece a bañarlo con ganas. Mama estaba en la hora pico del negocio, desde el pasillo se escuchaba los suspiros de nervios que ella exaltaba por no poder controlar la pelea que se estaba formando bajo el vapor de la ducha. En eso los gritos fueron mas fuertes hasta que mi madre vino a controlar el asunto. Ella me había visto pasar a la cocina para desarrollar mi plan. La idea era sacarle toda la cascarria de las rodillas, como el adoraba la tierra, los charcos y todo lo que a la infancia la hace placentera, yo pensé que era hora de limpiarlo como debía ser!
Así es que como vi como se limpiaba la grasa de los motores de los jeans de mi papa, decidí imitar el proceso. Cuando fui a la cocina, busque y encontré los productos de limpieza entre los cuales se encontraban los cepillos y las rejillitas rojas de plástico que habían improvisado en mi casa con las bolsas de cebolla para refregar esas manchas de grasas en los pantalones. Mi hermano con sus pocos anios no se imagino nunca que debería ser purificado de tal manera. No alcance a terminar de enjabonar la segunda rodilla cuando mi mama llego al rescate, -que son esos gritos, no ven que hay clientes?- Yo empecinada seguía fregando, -pero mama es que nunca se le aclaran las rodillas!- ay cuando mi mama vio eso casi le da un ataque! -Pero como se te ocurre Jesi, si tu hermano es negro! tu hermano es negro!- repetía mama.
Yo que sabia? yo vi rodillas oscuras y un nino que vivía con los pelos tiesos de tanto jugar en el patio, mi único propósito era terminar rapidito para irme a escuchar música al cuarto.
No quiero imaginarme que pensaron los clientes ese día y mi pobre negrito todavía se ríe del tormento. Mi imaginación no inventa ya pero repasa cada tanto todas las anécdotas guardadas en el tiempo.
Me sigo repitiendo con carino mi hermano es negro! mi hermano es negro! Si del color y tan dulce como el chocolate!

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