Wednesday, August 31, 2011

---La visita en general.


Por donde empiezo? ya que las ideas que centrifuga mi cabeza son demasiadas.
Esto de querer agendar cada recuerdo se complica por que vienen por mayoreo.
Igual podría decirte que desde la reciente visita a mi Argentina soy otra.
Comprobé que tiendo a querer regresar el tiempo para no tener que adaptarme a una ciudad que si bien se mantiene majestuosa, los cambios la desgarran de lo que era.
Cuando llegue parecía un sueno. El colectivo me guiaba por las calles pobladas de turistas, mi corazón no reaccionaba ante lo que miraban mis ojos....tantos días, tantos años, tanta espera... Al dirigirme a mi pueblo; a la casa de mis viejos; recorrí entre cerrillos un camino de añoranza.
El Cristo Rey que abriendo sus brazos parecía esperarme desde lejos. Una capillita me conmovió en el paso, la misma que hacían anos me había visto pedir a escondidas la ayuda a viajeros, para llevarme a dedo y ahorrarme unos pesos, hasta el Instituto que me ensenaba a cortar el pelo...Como futura peluquera, que en banca rota terminaba esa carrera a fuerzas para no perder el tiempo. Esa misma capilla me desato el llanto y a los pocos minutos un bulevar de luz me retornaba a casa....

Una incógnita no la podía resolver...Que iba a decir? Como iba a entrar? si después de diez anios, me temblaban las piernas. El aire helado me reconoció y me dio un abrazo en ese 12 de julio...mi hermanito mas pequeño lo corrió hacia un lado, y cedió también El para que mama y papa vieran, que la sorpresa que ellos esperaban no eran mis amigos sino su nena.
No podían creer lo que veían.
El invierno entero desapareció esa noche por la calidez de reunimos de nuevo.

En este viaje de aprendizaje, la aduana controlo el equipaje, pero nadie se dio cuenta de mi contrabando de complicaciones.. Ni los perros lo olfatearon, ni la cana*, ni yo misma. La presencia de esta intrusa, no la voy a explicar porque seria arruinar lo lindo. Aseguro que me paso de todo. Que los mas allegados hasta sintieron ese no se que por la estresante travesía, que no resto la gratitud de esta bendición de mi visita.
Familiares y amigos se alegraron de vernos.
En la calle me reconocieron, hasta aquellos vueltos anónimos. La gente se veía feliz, el lugar irreconocible, las costumbres son las mismas y lo habitual a lo tranquilo.
Al mate no pude negarme, ni a las muchas calorías de la comida de casa, esos platos con gusto a infancia, de sobremesa e historias largas.

Los dos besos por persona, los coches de los '70, las siestas, los taxi-flets, los saludos a los gritos, el achurero, la señoras con los mandados, el cartelero del "No se fía", el lava-ropa a paletas, la estufita a querosén, los ciclistas frenando con el arrastre de sus pies; me susurraban que queda Tupungato para rato.
Es que no quiero que cambie, es como un hijo creciendo.
Por que como me dijeron, las calles están mas amplias, mas bonitas e iluminadas. Los alrededores plantados, los barrios mas poblados, Gualtayary mas gigante, y ya es paraíso privado.
De regreso lo mas difícil; el desprenderme de todo. Como si mis pies se entumecieron para no decir hasta luego. Para dejar mi pasado y parte de mi presente. Esas ganas de quedarme, con responsabilidad de volverme.

Conclusion:
-La mística la encontrás en todos lados.
-Que hay amigos que se recobran con el tiempo, para volverse fuertemente mas amigos.
-Que los que fueron como hermanos ya cambiaron, quizá por lo que demando el destino.
-Que tu familia puede devolverte años en un solo mes compartido; pero que faltaran 10 años  x 15 para uno devolverles todo el cariño.




*Cana: modismo Argentino para sobre-nombrar a los agentes de policía.